Primeras impresiones sobre Ubuntu

Mis primeros contactos con GNU/Linux fueron hacia finales del año 1993 y comienzos de 1994 creo recordar, con la primera distribución que se hizo de Linux, Slackware. Tras esto he utilizado diversas distribucions, Debian, Esware, RedHat, Fedora, y ahora Ubuntu.

Desde que probé Linux practicamente siempre he tenido alguna distribución instalada, bien en otra partición o en otro ordenador, o incluso en el trabajo. En cualquier caso he de reconocer que nunca he utilizado GNU/Linux como primer sistema de escritorio, y me he limitado a hacer sobre él determinadas tareas de desarrollo o utilizarlo como servidor. La principal razón ha sido que aún considero que hay bastante diferencia entre el «acabado» de sistemas propietarios como Windows o incluso Mac Os X, con cualquiera de las distribuciones y sistemas de escritorio, aunque es cierto que esto cada vez va cambiando más y ya no es tanta la diferencia.

Un claro ejemplo a mi entender es Ubuntu. La gente de Canonical ha conseguido hacer una distribución que desde el momento en el que la instalé me ha convencido por múltiples razones. De siempre una de mis distribuciones favoritas ha sido Debian, pero algo que nunca me ha gustado de ella es la lentitud con la que saca las versiones, y el lío que puedes armarte si comienzas a utilizar paquetes de la stable, unstable, o a hacer «backports». Por eso cuando probé Ubuntu, que sabía estaba basada en Debian, lo hice con cierto escepticismo. Sin embargo nada más lejos de la realidad.

La instalación fue sencilla y rápida, sin ningún problema. Me reconoció todo el hardware instalado a la primera, me configuró automáticamente la red, e incluso me puso por defecto la resolución del monitor a 1280×1024, algo que me había costado con la anterior distribución que utilizaba, Fedora Core 2. En cuanto al manejo y usabilidad, todo perfecto, lo habitual en Gnome. En cuestión de actualizaciones vi que el estupendo apt seguía en su línea, mejorado si cabe con el interfaz de Synaptic.

Únicamente he tenido un par de problemas y he encontrado fácilmente la solución en la zona de soporte de Ubuntu.

Pero, ¿qué diferencia a Ubuntu de Debian?. Una de las diferencias es que hay una empresa detrás de la distribución, pero considero que esto no tiene que ser ni bueno ni malo. Las principales diferencias se refieren a la forma en que se realizan las actualizaciones y cómo está organizada la gente que trabaja en el proyecto. Desde luego es mucho más fácil organizar a 50 personas que a los miles que hay en Debian, por lo que este es un punto a favor en cuanto a agilidad. Hay que tener en cuenta que incluso algunos de los principales desarrolladores de Debian están trabajando ahora en este proyecto. En lo que respecta a las versiones y actualizaciones, se publica una versión de Ubuntu cada 6 meses, con las últimas versiones de los principales componentes, Kernel, X, Gnome… Cada una de estas versiones dispondrá de actualizaciones de seguridad durante 18 meses.

Si quieres probarlo puedes descargar las imágenes de los CD’s desde su web. Hay una versión de instalación y otra versión «Live», para utilizar insertando el CD únicamente. Hay también una sección en su web desde la que puedes solicitar que te envíen completamente gratis a tu casa los CD’s empaquetados, incluso te recomiendan que pidas más de uno, para dar a tus conocidos.

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